Desde hace muchos años han existido todo tipo de juegos “satánicos” en los que se suelen invocar demonios que responden a un nombre en específico, esto es lo que sucede con Charlie Charlie, el juego que ha causado mucha expectación en niños, adolescentes y adultos, este año. Muchos pasan de moda y son olvidados al poco tiempo de ponerse de moda, pero hay otros que causan un impacto tal, que jamás se olvidan, como es el caso de la Ouija.
La Ouija consiste en poner las manos sobre algún objeto que se desplaza lentamente sobre un tablero, este es movido por la fuerza sobrenatural y misteriosa de un ente que está muerto. El tablero debe estar compuesto por letras del alfabeto y números, puesto que mientras el jugador va haciendo preguntas, el espíritu va respondiendo moviendo el objeto por cada letra, formando las palabras. Este objeto puede ser un vaso o cualquier otra cosa que se desplace fácilmente por el tablero. La mayoría de las personas que juegan a la Ouija lo hacen para mantener contacto con algún ser querido o para invocar espíritus y resolver sus dudas. En cambio, Charlie Charlie consiste en dibujar una cruz en una hoja de papel, escribir en las esquinas “Sí” y “No” y colocar dos lápices en equilibrio sobre las líneas que forman la cruz.
Han existido múltiples de comparaciones hechas entre Charlie Charlie y la Ouija, llamando al primero “La Ouija de los pobres”, pero la verdad es que son juegos totalmente diferentes tanto en procedimiento como en cualquier otra cosa. Charlie Charlie sólo invoca un demonio, no espíritus muertos, además de que este sólo tiene dos opciones, una afirmativa y una negativa mientras que la Ouija responde a cualquier tipo de pregunta.