Son muchas las familias que tuvieron una mascota y al enterarse de que un nuevo bebé integraría la familia, han optado por regalar al animal según ellos por el “bienestar” del recién nacido.
Estudios revelan que esos pensamientos idóneos de que una mascota puede generar ciertas alergias en un bebé fue desecha ya que nos muestran de que al convivir con un gato por ejemplo o un perro ayudan a que el niño esté menos expuesto en un 50% a que en la adolescencia posea algún tipo de alergia referente a este animal.
La exposición temprana a alérgenos de mascotas y bacterias relacionadas con éstas fortalece el sistema inmunológico, acostumbra el cuerpo a los alérgenos y ayuda al niño a desarrollar una inmunidad natural. Sin embargo cabe recalcar que es muy necesario de que la mascota esté siempre limpia.
Así que ya saben, no es necesario regalar a nuestra mascota engreída por miedo a que provoque ciertas alergias en un bebé.